El agua es un compuesto químico de gran importancia para la vida de todos los seres vivos. En el caso de los seres humanos el agua representa más del 60 del total de la masa corporal, y en organismos como las plantas representa entre el 80 y el 90 del total de la biomasa. Otro aspecto importante de esta sustancia es que se constituye en el medio donde habita una gran cantidad y variedad de seres vivos como peces, algas, crustáceos, anfibios, aves y mamíferos.
En la naturaleza el agua se transforma de líquido a vapor y luego vuelve a condensarse el vapor, pasando a líquido. Este proceso constituye el ciclo del agua en la naturaleza. En las grandes superficies del océano el agua se evapora pasando a la atmósfera formando las nubes.
Estas nubes o masas de vapor de agua son arrastradas por los vientos. Cuando llega a un lugar de baja temperatura se produce el fenómeno de la condensación. El vapor de agua se condesa, pasa al estado líquido y cae sobre la tierra en forma de lluvia.
La lluvia empapa la tierra, y la sobrante circula hacia los ríos, bien por la superficie de la tierra, bien por los conductos subterráneos. El agua de los ríos regresa de nuevo al mar completándose así el ciclo.
Composición del agua
El agua es una molécula formada por dos átomos de hidrógeno (H) y uno de oxígeno (O). Su fórmula molecular es por tanto H2O.
Un átomo de oxígeno es unas dieciséis veces más grande que un átomo de hidrógeno. Por consiguiente, y aunque de la formula parece deducirse lo contrario, la mayor parte de la materia que forma una molécula de agua la aporta el átomo de oxígeno.
El agua se puede presentar en los tres estados físicos: sólido, líquido y gaseoso, dependiendo de la temperatura a la que se encuentra. En la tierra son muy habituales los tres estados físicos del agua.
Comportamiento físico del agua
El agua líquida es más densa que el hielo, y por eso el hielo flota sobre el agua. La superficie del agua líquida en reposo es como una especie de piel elástica, eso se debe a un fenómeno llamado tensión superficial del agua. Los insectos patinadores, por ejemplo, aprovechan esta propiedad del agua para deslizarse caminando sobre su superficie.
El agua como disolvente
El agua es un extraordinario disolvente de gases, líquidos y sólidos. Por esa razón casi nunca encontramos agua en estado puro, sino que casi siempre lleva disuelta diversas sustancias.
Las especiales características del oxígeno y el hidrógeno hacen que las moléculas de agua presenten unas pequeñas cargas eléctricas, positivas en los átomos de hidrógeno y negativas en el átomo de oxígeno. Esta es la razón por la que el agua disuelve todas las sustancias que presentan algún tipo de carga eléctrica, como la sal y el vinagre.
Los cuerpos y el agua
Hay cuerpos que son permeables al agua y que sin embargo, no dejan pasar otras sustancias.
Esta propiedad se aplica para filtrar y depurar las aguas, extrayendo de ella los materiales gruesos que llevan en suspensión.
Otros cuerpos son impermeables al agua, y esta propiedad se aplica para aislar espacios que conviene que no sean alcanzados por el agua.
Todos los cuerpos cuya densidad es menor que la del agua flotan sobre ella. Incluso algunos cuerpos más densos flotan sobre el agua si tienen una forma adecuada. Por eso los grandes barcos flotan, pese a que hoy en día no están hechos fundamentalmente de madera, sino de acero.