La apariencia es el aspecto que muestra una persona ante otras que lo están viendo y en ella intervienen la forma de vestir, el peinado, el maquillaje y cualquier complemento que esté en el exterior de dicha persona. Ante los demás, esto puede generar una gran cantidad de sensaciones dependiendo del observador: confusión, desconfianza o confianza, ganas de alejarse o de acercarse, etc.
Es muy conocida la expresión las apariencias engañan, que se refiere a que no podemos conocer a alguien en su totalidad solamente por su aspecto exterior. Pero en la sociedad actual hay gente que cuando ve a alguien que viste con la moda de hace años o que tiene algún elemento que se sale de lo que es considerado normal, rápidamente se aleja de este e incluso puede llegar a criticarlo solamente por ello. Si llega el caso en el que conozca realmente a la persona de la que anteriormente ha hablado mal, puede que se dé cuenta de que puede llevarse bien con ella aunque no tenga sus mismos gustos.
Todos podemos demostrar cómo es una parte de nuestra personalidad mediante nuestras preferencias en muy amplios sectores (música, moda, literatura, etc), pero esto no expresa completamente cómo somos y muchas veces no nos damos cuenta de que también podemos llevarnos bien con quienes nos parecen totalmente diferentes.
Durante nuestra infancia nos asustan con monstruos, fantasmas y vampiros y no nos dicen que quienes son realmente peligrosos pueden estar a nuestro lado aunque no nos enteremos porque los consideramos normales.
En resumen, nosotros mismos decidimos con quién nos llevaremos bien y con quién nos llevaremos mal según nos parezca, pero puede que nos equivoquemos.