La cosmología, entendida en el sentido científico actual, es el estudio del Universo a gran escala, no analizando cada una de sus partes o sus componentes, sino como un todo, como una entidad única. Desde esta perspectiva, la cosmología se ocupa de cuestiones tales como el origen, evolución y destino o final del Universo.
La cosmología tuvo sus inicios en el siglo XVIII, cuando se consideró que todas las estrellas podían ser parte de un conjunto mayor en forma de disco del cual nuestro Sistema Solar sería una pequeña parte, disco que, desde nuestra perspectiva, formaría lo que conocemos como Vía Láctea.
El desarrollo de la cosmología tuvo lugar durante la primera mitad del siglo XX, a partir de aportaciones como las de Albert Einstein, en cuya teoría general de la relatividad formularía los modelos matemáticos con los que describir el universo. A partir de sus postulados se planteó en el ámbito científico la posibilidad de que el universo se mantuviese constante en sus dimensiones o, por el contrario, que se encontrase en un proceso de expansión. Observaciones posteriores de diversas galaxias y la constatación a partir del análisis de la luz que emitían llevaron a la conclusión de que todas ellas se encuentran en continuo movimiento desplazándose las unas de las otras, lo que reforzó la visión de un universo en continuo movimiento que habría tenido un origen en el tiempo y cuyo final dependería de si esa expansión continuaría indefinidamente, se detendría en algún momento para dejar un universo estable o bien se revertiría el proceso para pasar a una contracción y una vuelta al estado originario. En caso de que esta última posibilidad fuese la correcta, los cosmólogos se plantean la posibilidad de que el universo no sea más que uno solo de muchos o otros, quizá infinitos, universos sucesivos. Qué determina cuál de las tres posibilidades mencionadas es la correcta es la fuerza de la gravedad, la única capaz de frenar o revertir la expansión de las galaxias que tuvo su origen con el Big Bang o estallido inicial. La fuerza de la gravedad, a su vez, depende de la cantidad de materia que haya en el Universo, pero esta es una cuestión todavía controvertida entre los científicos actuales.
La cosmología, más allá de su planteamiento estrictamente científico, tiene también un sentido filosófico y religioso. De esta manera se entiende por cosmología la visión general del Universo, y la disposición de cada uno de los elementos, sean divinos o no. No obstante, el sentido etimológico de la palabra cosmología procede de cosmos, que significa orden. Cosmologías en ese sentido han existido en prácticamente todas las culturas existentes y en todas las religiones.