El lenguaje gestual es el conjunto de expresiones corporales que intervienen en un intercambio comunicativo, reemplazando, acompañando o contradiciendo a la palabra. El lenguaje no verbal adquiere gran importancia en la comunicación, de hecho es la primer forma de expresión del ser humano, quien desde el nacimiento, sólo puede valerse de esos gestos involuntarios que emite su cuerpo (además de sonidos y llanto), para manifestar de forma inconsciente sus necesidades, sensaciones, sentimientos y demás emociones. Por lo tanto podría decirse que es el habla el que complementa al lenguaje gestual o lenguaje no verbal y no al revés como suele pensarse.
Son muchas las partes del cuerpo que intervienen en la comunicación; no sólo cabeza, ojos, cejas, boca, manos y brazos contribuyen a expresar aquello que pensamos o sentimos en el momento de la interacción, sino que todo el cuerpo está inmerso de una u otra forma, en la transmisión del mensaje de manera voluntaria o involuntaria.
Los gestos pueden expresar lo que las palabras no logran o no quieren decir; así mismo, el lenguaje no verbal puede desenmascararnos a la hora de mentir con la palabra; por eso la comunicación gestual es la más fiable forma de expresión y la manera más simple y primitiva de relacionarnos con los seres vivos.