Técnicamente, la definición de madre soltera hace referencia a la mujer que teniendo uno o más hijos, no se encuentra unida legalmente a una pareja, conviva o no con ella. Sin embargo, esta definición no es tomada al pie de la letra por la sociedad en general, que considera que una madre soltera es una mujer que vive sola con sus hijos, con la consiguiente responsabilidad de ocuparse enteramente y sin ayuda presencial del padre, de todo lo que conlleva la educación y cuidados de sus hijos.
Existen diferentes circunstancias que contribuyen a que una mujer se convierta en madre soltera y a su vez, esta situación, puede derivarse de una decisión exclusiva del hombre, quien rechaza en este caso, reconocer a su hijo, eludiendo así las responsabilidades como padre y esposo; puede deberse también a un desconocimiento de la situación de embarazo, derivado (o no) de una relación casual; o a una decisión de la mujer, quien elije no comunicar su estado a la persona con la que ha concebido el hijo; o bien puede deberse a la decisión voluntaria de procrear sin la intervención ni la presencia de un hombre o de una pareja, tal es el caso de la reproducción asistida a la que recurren las mujeres formando así una familia monoparental.
La discriminación a la que antiguamente se han visto sometidas las madres solteras ha ido transformándose progresivamente (aunque no en todos los países del mundo), en admiración y reconocimiento.