Puede decirse que estoy relacionado a la masonería desde mi más tierna infancia, a través de parientes y amigos de mayor edad que formaban y forman parte de esta institución, en la cual me encuentro trabajando en forma activa.
Muchas leyendas y mitos he oído con respecto a la masonería, tanto antes de mi iniciación, como posteriormente a la misma, escuchando como distintas personas hablan, ora a favor, ora en contra.
Todos hablan de los secretos de la masonería, unos dicen oscuros secretos, otros hablan de búsqueda de poder a través de la Hermandad, otros hablan de pactos de diversos tipos; todos errados, todos correctos.
Lo primero que si puedo develar es que la masonería no tiene secretos, el único secreto de la masonería es que no tiene secretos Todo lo que se discute en las Logias, es lo mismo que se pone en práctica en la vida diaria.
Lejos está, esta reunión de hombres libres de ser un grupo que conspira e intenta dominar el mundo, y esto queda demostrado al hacer notar que el primer rival que tiene todo obrero de cualquier Logia alrededor del mundo, es de antes que nada comprenderse a sí mismo, dominar sus pasiones, librarse de sus ataduras materiales, por lo tanto una vez realizado esto; en un proceso que dura toda una vida, difícilmente el Iniciado tenga aspiraciones de ese tipo, dado que el mismo proceso de maduración interna va dando una pista clara de que todo poder terrenal o posesión material, es efímero, que el salario ganado en cada reunión, es el conocimiento, conocimiento que debe ser trasmitido a todos por igual, dado que el camino de la masonería es el camino de la luz.
Todo esto no exonera que también existen alimañas con piel de cordero entre nosotros, al igual que en otras instituciones, como ser las religiosas, las políticas, las sociales de cualquier tenor, pero son esas criaturas rastreras, en ínfimos números las que más manchan la imagen de las instituciones. Como en varias ocasiones he dicho, 
Las Instituciones son perfectas, los hombres son perfectibles
, y he notado que la mayoría de los miembros de estas instituciones del tipo que sean, buscan a través de la adhesión de nuevos miembros el hacer llegar a todos los que quieran oír, la filosofía que los impulsa; ocasionalmente cometen errores por querer medir a todos por igual con una vara que los iguala para arriba y no para abajo.
Por lo tanto; si, se puede decir que existen en la masonería; así como en otras instituciones, individuos que INTENTAN desviar los ideales de estas instituciones, pero no por esas alimañas, estas instituciones milenarias han de desviar sus ideales, y por cada alimaña que ingresa, ingresan mil veces mil buenas personas que elevan los ideales hacia la perfección sin buscar más que su propia superación como personas y llevar esa luz a todos aquellos que la quieran ver y disfrutar de ella.
