La navidad es la celebración religiosa en la que se conmemora el nacimiento de Jesucristo en la ciudad de Belén. Generalmente esta festividad se sitúa el 25 de diciembre, pero este dato depende de la rama religiosa que realice la celebración, siendo distinta la fecha y el modo de celebrar según se trate de la tradición católica, la protestante, la ortodoxa, etc.
No obstante, la navidad es una festividad cuyo significado y sentido ha transcendido al meramente religioso para ser adoptado por toda la sociedad en general, que comparte, mas allá de la interpretación religiosa estricta, una serie de símbolos e iconos mundialmente conocidos. Entre ellos destacan la cena de navidad, los belenes, nacimientos o pesebres (representaciones gráficas de momento en el que nació Jesucristo), los villancicos, canciones conmemorativas del nacimiento de Jesús, y el árbol de navidad y Papá Noel (tradiciones estas dos últimas más propia de los países anglosajones pero que se han ido extendiendo gradualmente a todo el mundo).
Junto con estos símbolos, la Navidad se caracteriza por transmitir un mensaje común de regocijo y celebración familiar que más allá de su idea original, alude a la unión y reencuentro de todos los miembros de la familia y a la fraternidad y la armonía entre todas las personas.
La navidad ha sido tema de interés para pintores, escultores y artistas a lo largo de la historia, y más recientemente el cine ha popularizado más si cabe el carácter que hemos descrito, hasta el punto de que ha llegado a convertirse en un fenómeno no sólo cultural sino económico, y en las sociedades capitalistas en las que el consumo es un factor fundamental de la economía, es un hecho que la temporada navideña constituye uno de los momentos de mayor activación económica para prácticamente todos los sectores (hostelería, restauración, ocio, entretenimiento, turismo, etc.) con lo cual la navidad ha terminado por convertirse en un objeto de consumo, algo, cuando menos, llamativo, pues parece contradecir su mensaje original.