En los tiempos que vivimos los valores son menos, hemos perdido el sentido del calor, el cariño hacia el prójimo y vivimos inmersos en la importancia hacia nosotros mismos.
A veces no nos damos cuenta de que con un pequeño gesto podemos conseguir más que con todo el oro del mundo. A veces hay gente que espera una ayuda que no sea material sino el simple gesto de que te has parado a mirar y te has dado cuenta de que esa persona está mal, de que necesita solamente que le arropes con tu cariño, porque cuando pasamos por al lado ignorando lo que vemos, estamos despreciando a alguien que se encuentra en peores condiciones pero alguien del que algún pudiéramos necesitar algo.
Porque nunca podemos saber si necesitaremos algo, si querremos que esa mirada que hoy echamos, nos la echen a nosotros y nos tiendas la mano. Porque lo que para nosotros puede ser algo sin significado para ellos puede significar un mundo, solo hay que mirar a nuestro alrededor, que sigue habiendo gente agradecida en el mundo y solo hace falta ser un poco más humano sin necesidad de pensar en nosotros mismos sino prestando atención a nuestro prójimo.
Porque todos necesitamos de todos y si cerramos los ojos nada puede ir a mejor, esa no es la solución.